Permite que el ordenador y los periféricos se adueñen del escenario con el escritorio para juegos GXT 711 Dominus de Trust. Sentado frente a este escritorio, disfrutarás de una superficie de rendimiento optimizada con características que todos los jugadores sabrán apreciar.
En La Superficie
El Dominus presenta un revestimiento superior de poliuretano de gama alta. La superficie finamente texturizada permite un funcionamiento óptimo del ratón: cada pequeño movimiento se traduce perfectamente en la pantalla. Además, el escritorio de 116 cm acomoda fácilmente dos monitores, para jugar a pantalla completa, consultar estrategias de juego o seguir los chats en la otra pantalla.
Marco De Acero
El marco de acero, con un sobre de mesa de MDF de 18 mm de gran calidad, incorpora un pie de altura regulable para ofrecer un ajuste ergonómico perfecto. El borde delantero redondeado permite colocar las muñecas y los antebrazos de forma óptima en el escritorio, para disfrutar de un confort ilimitado. Y el confort no lo es todo. El escritorio incluye soporte para auriculares y vasos para tener el escritorio limpio y organizado en todo momento. Prepárate para esas largas sesiones de juego: estás rodeado de todo lo necesario.
Fácil de instalar
Este escritorio para juegos resulta tan fácil de instalar que podrás empezar a jugar en un periquete. El marco de acero de puede personalizar con los dos adhesivos que se incluyen. ¡Puedes elegir entre el color rojo sólido o el camuflaje tipo selva para crear una configuración de juego única! Con el sistema de gestión de cables, el escritorio ofrecerá un aspecto impecable.
Producto # | 154200 |
---|---|
Disponibilidad | Se encuentra aun con producto |
Fabricante | FANTECH |
Informacion de Seguridad | Consulta el manual del producto para todas las instrucciones de seguridad, garantía y cuidado |
Numero de modelo producto | RASD235451S |
---|---|
Indicaciones | Control para las manos |
Direccion | Cra 12a #98 - 35 |
Material | Nailon |
One morning, when Gregor Samsa woke from troubled dreams, he found himself transformed in his bed into a horrible vermin. He lay on his armour-like back, and if he lifted his head a little he could see his brown belly, slightly domed and divided by arches into stiff sections
The bedding was hardly able to cover it and seemed ready to slide off any moment. His many legs, pitifully thin compared with the size of the rest of him, waved about helplessly as he looked. "What's happened to me?" he thought. It wasn't a dream.
His room, a proper human room although a little too small, lay peacefully between its four familiar walls. A collection of textile samples lay spread out on the table.
Samsa was a travelling salesman - and above it there hung a picture that he had recently cut out of an illustrated magazine and housed in a nice, gilded frame.