Con Razer Wolverine V2 Chroma, ha llegado la personalización de última generación. Equipado con botones reasignables adicionales, Razer Chroma RGB, palancas de mando intercambiables y mucho más, tendrás infinidad de opciones a mano para destrozar a la competencia.
Configuración Avanzada En La Aplicación
Descarga la aplicación Razer™ Controller Setup for Xbox para personalizar el mando y que encaje a la perfección con tu estilo de juego. Reasigna botones, ajusta los efectos de iluminación, controla la vibración y afina los ajustes de sensibilidad fácilmente.
Ergonomía Mejorada
Las empuñaduras en forma de L modificadas del mando incluyen agarres de goma antideslizantes para una sujeción segura, pero ágil: control natural y sin esfuerzo para jugar todo el día.
Cubiertas De Palanca De Mando Intercambiables
Las empuñaduras en forma de L modificadas del mando incluyen agarres de goma antideslizantes para una sujeción segura, pero ágil: control natural y sin esfuerzo para jugar todo el día.
Cubiertas De Palanca De Mando Intercambiables
Elige la herramienta perfecta para cada trabajo y cambia fácilmente las cubiertas de palanca de mando incluidas en función de tu estilo de juego y preferencias ergonómicas. Disfruta de un movimiento analógico más natural y preciso sea cual sea tu forma de agarrar las palancas de mando.
Producto # | 154200 |
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Disponibilidad | Se encuentra aun con producto |
Fabricante | FANTECH |
Informacion de Seguridad | Consulta el manual del producto para todas las instrucciones de seguridad, garantía y cuidado |
Numero de modelo producto | RASD235451S |
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Indicaciones | Control para las manos |
Direccion | Cra 12a #98 - 35 |
Material | Nailon |
One morning, when Gregor Samsa woke from troubled dreams, he found himself transformed in his bed into a horrible vermin. He lay on his armour-like back, and if he lifted his head a little he could see his brown belly, slightly domed and divided by arches into stiff sections
The bedding was hardly able to cover it and seemed ready to slide off any moment. His many legs, pitifully thin compared with the size of the rest of him, waved about helplessly as he looked. "What's happened to me?" he thought. It wasn't a dream.
His room, a proper human room although a little too small, lay peacefully between its four familiar walls. A collection of textile samples lay spread out on the table.
Samsa was a travelling salesman - and above it there hung a picture that he had recently cut out of an illustrated magazine and housed in a nice, gilded frame.